Formar un profesional de la enfermería cuesta tiempo y dinero, sacrificios y voluntad, pero todo ese esfuerzo no termina ahí, el profesional idóneo ha de seguir actualizándose para ofrecer a sus pacientes la mejor y más efectiva atención en salud posible, acorde con la mejor información científica disponible. La medicina no puede avanzar ni ejercerse apropiadamente sin un profesional de la enfermería adecuadamente formado y especializado. El rol del personal de enfermería ha cobrado importancia cada vez mayor al haber adquirido credenciales, conocimientos y habilidades técnicas que lo convierten en la mano derecha del médico y probablemente el depositario de la mayor responsabilidad en la atención y cuidado directo y continuo del paciente a cargo del equipo de salud. En el cuidado femenino se requieren profesionales capacitados en la atención de mujeres en edad reproductiva, adolescencia, menopausia, especialistas del proceso del nacimiento, lactancia y atención del Recién Nacido

Nuestros predecesores, nuestros excelentes profesionales de la salud de hace 30 años contaban con libros de texto, la base del conocimiento, pero desactualizados para el momento de su publicación; las revistas científicas en físico, con información más reciente, eran de gran ayuda pero de igual manera desactualizada por los tiempos en que se lograba tener acceso a ellas. La manera más expedita de obtener lo último en información se lograba mediante la asistencia a Congresos profesionales locales o mundiales, con la presencia de expositores experimentados en el área de discusión y en muchos casos, autores de la más novedosa literatura científica. Los costos eran elevados, pero marcaban la diferencia entre un profesional idóneo y uno, no tanto.

Mi generación vivió la transición de la información científica desde el papel y las notas manuscritas a los medios electrónicos e infinidad de otros recursos que facilitaron el aprendizaje y nos dieron las herramientas para actuar con mayor celeridad y seguridad para el paciente. El estudio de las ciencias de la salud cambió para siempre.

Gracias a la informática y al libre acceso de información depositada diariamente en la web el profesional de la salud se expone a un flujo constante y prácticamente ilimitado de información: nunca antes en la historia el ser humano tuvo tal oferta de material de estudio para ofrecérselo a cada paciente bajo su cuidado.

Sin embargo, la información no se procesa por sí misma y debe ser organizada, estudiada, presentada y utilizada bajo las mejores condiciones posibles; el esfuerzo sigue presente, pero quienes nos preocupamos por el mejor trato de nuestros pacientes lo hacemos de buen grado.

Ahora bien, ¿Cómo demuestro que mis estudios autodidactas me hacen ser un especialista en un área determinada de la salud? ¿Cómo avalo los conocimientos y habilidades adquiridas? Más allá de todo el bagaje de conocimientos que pueda adquirir y poner en práctica diariamente puede ser necesario una institución que además de orientar mis deseos y progresos educativos me permita capacitarme de manera organizada con métodos válidos y demostrables; además, que al finalizar y aprobadas todas las materias de estudio pueda obtener la certificación de mis estudios para enriquecer mi currículo profesional.

El tiempo, la geografía, las obligaciones y los costos imprimen severas limitaciones para lograr este fin, pero afortunadamente han surgido programas en línea en universidades reconocidas que permiten la educación a distancia a una cantidad importante de profesionales con deseos de especialización, superación profesional y mejores ingresos.

Dr Ricardo Gómez, ObsGin